Editorial
UNA INMENSA RIQUEZA
Moverse, caminar correr y saltar.
Ver todo lo que nos rodea incluidas las personas que allí están, admirar
paisajes, distinguir colores, formas… Escuchar la voz de ese alguien especial,
los sonidos de la naturaleza, los ruidos de la ciudad, la música preferida y,
por qué no, escuchar el silencio.
Identificar texturas ásperas, lisas,
suaves… Percibir aromas y sabores dulces, fuertes, ácidos… Sentir frío, calor,
dolor, alegría, nostalgia, miedo, tranquilidad, amor… Amar y sentir mariposas en
el estómago y el latido acelerado del
corazón… sentir hambre y sed, tristeza, nostalgia, alegría e inmensa felicidad;
sentir la tranquilidad que nos da el actuar siempre con honestidad; expresar
gratitud por lo que tenemos, por lo que somos, por todo lo bueno que la vida
nos ha ofrecido.
Pensar, soñar, anhelar, analizar,
crear, producir, descubrir, ensayar muchas veces e incluso equivocarse… Amar a la
familia, a los amigos y amigas, a los compañeros y compañeras,
compartir, disfrutar y en ocasiones sufrir con ellos(as); trabajar a diario por
el desarrollo de nuestras capacidades intelectuales, humanas y espirituales.
Tener fe en sí mismo, en la familia, en
la vida y en un Ser Superior que nos respalda y nos fortalece siempre.
Todo ello y mucho más constituye esa
inmensa riqueza propia del ser humano y cada uno de nosotros la hace parte de
su propia vida. No se necesita dinero para tenerla pero sí se requiere
constancia, dedicación e inteligencia para cuidarla y conservarla. Poder disfrutar de nuestro cuerpo y nuestros sentidos depende en un alto
grado de nuestro propio cuidado y compromiso. Cada quien debe respetarse,
quererse y cuidarse a sí mismo, ser
responsable con su cuerpo y su salud porque él y ella son únicos.
Cuando somos conscientes y sentimos
seguridad respecto a nuestras capacidades y fortalezas, cuando valoramos lo que somos como seres
humanos, nada es difícil.
Independientemente de las adversidades que la vida nos depare, con disciplina, constancia, dedicación y claridad en nuestras metas podemos lograr
todo lo que nos proponemos, podemos alcanzar nuestros sueños.
Ahora puedes estar completamente
seguro(a): ¡No eres pobre! Posees una
inmensa riqueza y con ella vas a llegar
tan lejos como te lo propongas así que ¡a trabajar por tu futuro!
LUZ ELENA
MIRANDA RIVAS
Rectora
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